Sally Hambleton ya sabía desde joven que las flores serían un elemento muy importante en su vida. Fue en un taller en Londres con el conocido florista Kenneth Turner donde descubrió su verdadera vocación. Tras un año de aprendizaje autodidacta, y de asistir a todos los cursos, conferencias y talleres posibles, Sally abrió su propio negocio en un local madrileño donde 15 años después sigue trabajando con la misma ilusión y amor por su profesión.